domingo, 23 de noviembre de 2014

El arte de la Revolución de los Paraguas





Miso Zo alterna la escultura y la pintura. Por eso comenzó construyendo un tanque con botellas de plástico -"casi 400", puntualiza-, un paraguas, una tienda de campaña, planchas de metal y paneles de madera. "Me costó 10 días porque todo es material reciclable", señala frente a la curiosa estructura, aparcada en uno de los puentes que bloquean los manifestantes en el centro de Hong Kong.
Desde hace varias semanas, sin embargo, el artista chino de 55 años se dedica a pintar enormes cuadros con acrílico donde lo mismo recoge escenas de la llamada "Revolución del Paraguas" que retratos como el que le está haciendo a un curioso personaje que admite ser miembro de la "mafia" local.
"Tiene cicatrices de balazos por todo el cuerpo. Dice que está aquí para proteger a los chicos. Que es de las triadas (las conocidas bandas criminales de Hong Kong) pero que apoya la revuelta", asegura el artista mientras retoca el mentón de la figura.
Para Zo todas estas experiencias son un salto atrás en la memoria. Un regreso a la época en la que él también era estudiante en la Academia Luxun de Bellas Artes de la ciudad de Shenyan. Fue entonces, en 1989, cuando los opositores se concentraron en la Plaza de Tiannamen. Zo acudió allí para unirse a las protestas. "Era igual. Me dedicaba como ahora a pintar retratos. Fueron muchas semanas de puro optimismo. La represión llegó sin avisar. Repentina. En donde yo estaba, en la esquina sureste, vi morir a cuatro o cinco personas. Abatidas a tiros. Por eso tengo miedo de que se repita", asevera.
Las creaciones del pintor -que pasó cinco años exiliado en Barcelona en los 90 y finalmente se asentó en EEUU- forman parte del ingente legado artístico que están dejando las acampadas que mantienen los opositores de Hong Kong desde el 28 de septiembre. La subsistencia de las movilizaciones se encuentra ahora en cuestión ante el posible desalojo de sus tres enclaves urbanos y el declive del apoyo popular que recogen las encuestas.
Por todo ello, varios grupos de creadores locales se han enfrascado en múltiples proyectos para preservar lo que el significado museo Victoria and Albert de Londres ha calificado como "arte desobediente", al que dedica una exhibición desde el pasado febrero y a la que ya ha incorporado algunas recreaciones digitales procedentes de la ex colonia británica.
GALERÍAS URBANAS
Esculturas como El Hombre del Paraguas, collages como los escritos pegados en pequeños adhesivos que alfombran el Muro de John Lenon, el tanque de Miso Zo o las miles de caricaturas que han ironizado sobre figuras como el presidente chino Xi Jinpingo el líder político local, Leung Chun-Ying, han convertido los distritos de Admiralty o Mong Kok en ingentes galerías urbanas.
Esta explosión de arte callejero es especialmente alegórica en una ciudad que mantiene una regulación tan restrictiva para este tipo de expresión artística que incluso puede llegar a condenar a una pena máxima de 10 años de cárcel al autor de un graffiti.
En el 2009 el famoso autor francés Christophe Schwarz, más conocido por su apodo, Zevs, fue arrestado por la policía tras dibujar el logo de Chanel sobre un muro y condenado a pagar cientos de miles de euros. El pasado mes de febrero las autoridades locales volvieron a generar la controversia al eliminar decenas de baldosines impresos por el también artista francés Invader por "seguridad", según alegaron.
Para los opositores de Hong Kong, la conservación de sus creaciones atesora también un significado muy emotivo. Este movimiento comenzó literalmente con una concentración en torno a la reproducción ubicada en Hong Kong de la famosa estatua de La Diosa de la Democracia que erigieron los estudiantes de Tiannamen y que acabó aplastada por los tanques. "No podemos permitir que El Hombre del Paraguas acabe destruido como La Diosa de la Democracia", aduce John Tsang, un chaval de 24 años.
Activistas, intelectuales y artistas lanzaron a mediados de octubre iniciativas como el Movimiento del Paraguas para la Preservación del Arte o el Movimiento del Paraguas de Archivos Visuales Colectivo de Investigación después del intento de la policía por desalojar la sentada del barrio de Mong Kok, donde los agentes, además de expulsar momentáneamente a los chavales, se dedicaron de forma sistemática a limpiar la calle de creaciones artísticas, pasquines o pancartas. 
"El objetivo es borrar la historia de lo que ha ocurrido en Hong Kong. No tenían que limpiar los muros. La orden era simplementedesalojar a la gente de la calle", aduce Wen Yau, una de las promotoras de Colectivo. "Lo que está sucediendo es uno de los acontecimientos más importantes que ha visto Hong Kong en décadas. Esos objetos son la voz del pueblo, son mucho más que meras obras artísticas. Hasta las barricadas son preciosas, mezclando paraguas con maderos...", añade. 
Según la artista, Colectivo cuenta con casi 100 voluntariosdivididos en grupos que cada día se dedican a completar un catálogo de todos los objetos creativos que encuentran en las concentraciones. "Hemos delineado un mapa de las acampadas y lo usamos para colocar cada obra. Como si fuera una guía artística del Movimiento del Paraguas", explica.
La pretensión última es elegir un centenar que puedan «salvar» de cualquier arremetida de las fuerzas de seguridad. La memoria del resto quedaría salvaguardada a través de las fotografías. "Si la policía intenta desalojarnos, tenemos preparados a equipos con utensilios que saben cómo actuar para llevarse los objetos elegidos", dice.
Pero como reflejo también del carácter acéfalo de esta revuelta y de las divisiones que la están resquebrajando, ni siquiera en esto se ponen de acuerdo. El propio Miso Zo disiente de la necesidad de "preservar" su arte. "Aquí no estamos haciendo grandes creaciones artísticas, sino dejando constancia de nuestro apoyo a una idea. Mis cuadros o el tanque tienen significado en estas calles, fuera de ellas no sirven para nada", proclama.

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BLANCA ORAA MOYUA

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